Enfermedad cardiovascular, pulmonar, hepática, hematológica u otra patología que suponga un riesgo sobreañadido de complicaciones durante la donación.
Enfermedad tumoral maligna, hematológica o autoinmune que suponga riesgo de transmisión para el receptor.
Infección por virus de la hepatitis B o C, virus de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA) o por otros agentes potencialmente contagiosos.
Haber sido dado de baja definitiva como donante de sangre.
Tener antecedentes de zenfermedad inflamatoria ocular o fibromiálgia.
Tener antecedentes o factores de riesgo de trombosis venosa profunda o embolismo pulmonar.
Recibir tratamiento con litio.
Tener recuentos de plaquetas inferiores a 120.000 ml.
Temporalmente no puedes donar si:
Estás embarazada, ya que tras el alumbramiento y una vez concluida la lactancia ya puedes ser donante.
Estás bajo tratamiento de anticoagulantes o antiagregantes (con aspirina, dipiridamol o similares), hasta que finalice el mismo y tu médico te de el visto bueno.