El proceso continúa. Una vez que donas sangre, empieza el trabajo de fondo. No sólo el donante debe ser responsable de su acción y controlar si se encuentra en uno de los grupos de “autoexclusión” o “riesgo”, sino que, para garantizar la seguridad de la “calidad” de la sangre, se efectúan diversos análisis. Cualquier alteración importante, es comunicada de inmediato y de forma confidencial.
La sangre se somete a una serie de exámenes:
Después se separa por componentes, así el paciente recibe sólo lo que necesita y con una sola donación se ayuda a varios enfermos.
En el Banco de Sangre, la sangre se separa en: